Las desigualdades en las TIC
En la presentación del estudio a secretaria xeral de Modernización e Innovación Tecnolóxica afirmó que la brecha digital de género es una realidad a día de hoy, pero comienza a cambiar. Así, destacó que en el año 2010, cerca del 56% de los hombres hicieron uso de la red frente a menos del 52% mujeres gallegas. No obstante los datos confirman una tendencia positiva ya que el porcentaje de mujeres gallegas que utilizan Internet aumentó 5,3 puntos porcentuales en el período 2009-2010, permitiendo reducir la diferencia en el uso de Internet entre hombres y mujeres en 3 puntos respeto al año 2009.
Según los datos del Observatorio da Sociedade da Información e a Modernización de Galicia, sólo una cuarta parte del personal empleado en las empresas TIC son mujeres y apenas representan un 13% del total en los puestos directivos.
Desequilibrio entre hombres y mujeres
Los resultados del estudio indican que aunque de manera global, son pocas las profesionales de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación que perciban que en este ámbito existan desigualdades o discriminaciones por razón de sexo, el cierto es que los valores, costumbres y demás elementos socioculturales impregnan también el sector científico-tecnológico, que no queda a la margen de la sociedad en la que vivimos, manteniéndose aún bastantes parámetros que indican una situación de desigualdad.
El estudio de la Unidad de Muller e Ciencia demuestra que en este campo, existen dos formas de discriminación: la horizontal, por la que las mujeres se concentran en disciplinas consideradas más femeninas; y la jerárquica o vertical, por la que en una situación de igual formación las mujeres están en un nivel más bajo en la escala laboral y tienen más dificultades para ascender.
El 70% de las mujeres que trabajan en I+D+i en Galicia lo hacen en el sector público, y del total de personas que trabajan en el sector personal, sólo un 33% son mujeres. En el área de investigación que hay más personas trabajadoras de las tecnologías de la información y de las comunicaciones - sólo trabajan un 4% de mujeres.
Las mujeres tienen un nivel de estudios más alto que los hombres, pero eso no se refleja en las categorías profesionales. La presencia de mujeres se reduce la medida que llegamos a los niveles más altos de la escala profesional, el llamado efecto tijera. El 61% de las personas que están en puestos de dirección de grupos de investigación son hombres y, por el contrario, el 62% de las becarias son mujeres.
Además, las mujeres tienen una mayor precariedad laboral. Tienen menos contratos indefinidos que los hombres (56,4% frente al 75,3%) y también existen desigualdades salariales, ya que mientras el 25,9% de los hombres percibe más de 2.500 euros mensuales, sólo el 15,5% de las mujeres consiguen esa retribución. Por el contrario, el 11% de las mujeres cobran menos de 900 euros frente al 5% de los hombres.
Por otra parte, hay más investigadoras menores de 35 años que investigadores (63,3% frente al 54,9%) y más de la mitad del personal que trabaja en esta área está por debajo de esa edad. Además, el 38% de las mujeres cree que es posible que se vea en la necesidad de abandonar la carrera por motivos familiares -a maternidad sería la causa principal- mientras que la paternidad sólo condicionaría al 7,3% de los hombres, según su propia opinión. El 29,1% de las mujeres se vio condicionada por esos motivos en algún momento de su carrera, el doble que los hombres.
El estudio también señala que el 66,8% del personal que trabaja en el sistema de ciencia-tecnología-empresa de Galicia no tiene descendencia, y el 71,1% de las mujeres no tiene hijos ni hijas. El promedio de hijas/los también es diferente, un 0,68% los hombres y un 0,47% las mujeres. Todo el personal considera que las medidas de conciliación son insuficientes, las verían cómo útiles para su situación profesional y consideran también que es más fácil adoptarlas y por supuesto hacer uso de ellas se se trabaja en el sector público.
