En 2010 existían en el conjunto del Estado 3.126.792 profesionales inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), case 92.000 menos que en el incluso período de 2009, continuando así la tendencia a la baja en el volumen de este colectivo, que ya se registró también en 2008. En esta situación, bajó el número de autónomos con equipación informática en 2010 (48%) en cuatro puntos respecto al año anterior. El principal beneficio de las TIC, declarado por los autónomos con equipación informática, son las mejoras en la gestión (49%), claramente por delante del aumento de la calidad del servicio a los clientes (12%) y el aumento de la productividad (12%).
Uno de cada cuatro autónomos informatizados (26%) no tiene acceso a Internet, en tanto que la mayoría (59%) tiene conexión fija, el 7% conexión móvil y el 7% ambos tipos. Asimismo, el 36% con acceso a Internet tienen también página web; de estos, para lo 36% la razón principal es captar clientes, seguido por hacer publicidad (27%) y ofrecer información de sus productos (17%).
Prácticamente la mitad de los autónomos (46%) que poseen alguna equipación informática desconocen el certificado digital, algo más de un de cada tres (36%) lo conocen pero no lo utilizaron, y sólo el 14% hizo uso de él. Igualmente, la factura electrónica es desconocida por algo más de la mitad de los autónomos con equipación informática, en tanto que la utilizan el 9% y sólo la conoce el 38%.
Algo menos de un de cada diez autónomos con acceso a Internet (9%) vende algún producto o servicio por este canal, mientras uno de cada cuatro autónomos (29%) compra de esta manera a sus proveedores -a mayoría de ellos desde hace por lo menos un año-.
En cuanto a las causas para no vender a través de la Red, el 29% considera que su producto o servicio es inadecuado para ser vendido por este canal, el 23% no lo ha planteado y el 9% desconoce las posibilidades para el negocio. Con todo, la razón más mencionada para no mercar por Internet es el tamaño del negocio (27%) y, a continuación, se sitúa el desconocimiento de en medio (16%), los problemas relacionados con la seguridad (15%) y la falta de financiación (9%).
El informe incorpora tres novedades en esta edición. La primera de ellas es la creación de los índices Fundetec, que muestran el nivel de madurez (básica, promedio y avanzadilla) en cuanto a la informatización de los autónomos, pero prestando más atención a las aplicaciones y servicios utilizados -como son el certificado digital y la factura electrónica- que a la equipación informática material (hardware).
El índice Fundetec de informatización básica -ofimática- se sitúa en el 34%, aunque con notables diferencias en función del sector de actividad de que se trate. Asimismo, mientras lo de madurez intermedia es el porcentaje de autónomos que además de ofimática tienen aplicaciones empresariales y acceso a Internet (20%), lo de madurez avanzada (8%) incluye además a los profesionales que utilizan el comercio electrónico (compra y/o venta).
En conjunto, existe un nivel de informatización bajo en los sectores de hostelería y de transportes y comunicaciones, mientras que es superior nos de actividades financieras, seguros e inmobiliarias, lo de actividades profesionales, científicas, técnicas, salud y servicios y lo de industria.
Respeto de las redes sociales, case nueve de cada diez autónomos con acceso a Internet (87%) conocen su existencia y el 37% de ellos las utiliza, siendo la más usada Facebook (80%) y, la considerable distancia, Twitter (22%) y Linkedin (8%).
En cuanto a la tercera novedad, el 28% de los trabajadores autónomos tienen soluciones en código abierto, principalmente de comunicación (78%), de ofimática (67%) y empresariales (55%); presentan además un elevado grado de satisfacción, pues el 26% se muestran muy satisfechos con este tipo de aplicación y un 69% están bastante satisfechos.
Esta tercera edición del estudio está basada en cerca de 3.500 encuestas realizadas a autónomos del conjunto del Estado, distribuidos por comunidades autónomas y nueve sectores de actividad (automoción, comercio, construcción, transporte, industria, actividades financieras, científicas, hostelería, etc.).
